lunes, 28 de mayo de 2012

Esta mañana a raíz de una escena muy trivial y perfectamente cotidiana con mi hermana me di cuenta de algo triste e irremediable:
Abrí bien pepo
¡Estoy abriendo! 
Bueno pero mas, ya sabes cómo es esto    
Si, lamentablemente se como es esto. Un horror, un ultraje.
 Bueno che no exageres ¿lo querés o no lo querés?  además ¡ni que fuera la primera vez que lo haces vieja!
¿Ahí está bien no?           
 Si, ahora sí. Ya casi terminamos.
Che te quedaron bien las uñas eh! Y eso que ya pasaron unos días desde que las hice.
Auch! Más despacio!!!               
¡Ya está maricona!,  Se ve que esa marca de esmalte es buena, ni se te cachó, Ah, hablando de eso. Está el bolsito con mi ropita del entrenamiento del finde…ya sabes.
Si Meme, esta noche o mañana lo hago quedate tranqui.
Con mi hermana tenemos un pacto, ella me hace favores estéticos como ser en este caso depilación, manicuría o algún tratamiento corporal muy en voga y yo a cambio le lavo la ropa o le limpio el baño. Algo justo y a nuestra medida.  Yo me ahorro el dineral que salen esas cosas y ella la guita del lavadero. Un negocio redondo.
¿Pero mañana no es jueves? Ah, veo que la cosa sigue igual
Si sigue igual o peor. No quiero hablar del tema.
Como quieras. ¡¿Podes mantener abierto por favor?!, no es tan difícil. Se va a pegar todo y ¡ahí te quiero ver boludita!
Y bueno, ya sabes es que es indignoooooo ahhhcchch conchuda!!!
Bueno, a ver si te distrae, contame un poco. ¿Qué mierda pasó ahora Laura?
Nada, no pasa nada, eso es lo que pasa.
 ¿Pero no volvió a llamarte?
 Nop             
¿Mensaje de texto?
No.
¿ Pero te lo cruzaste?
 Sí, pero en la calle, dos segundos.
¿y nada?
Nada de nada. Not a thing.
Ya te dije que en criollo a mí. La intelectual sos vos.
Uff Camila, eso, que nada, ni una puta novedad.
Abrí mas Laura, ya es la última
Ufffff gracias a dios.  Ya no lo aguantaba más, te juro.
¿Qué cosa?
Esto nena, esto! Es un ultraje, es indigno!
Camila me miró con cara de culo y se fue llenando  violentamente  el tarro con cera recién usada y pensando seguramente que soy una boluda por haberme metido en esta y encima no hacer nada para resolverlo.
En este último año tuve que correr tres veces por las escaleras de emergencias, fingir estar con un ataque de lipotimia  para justificar que el dueño del bar esté en el baño de damas,  coimear al conserje de un telo para que nos deje salir por separado cuando pinchó la goma de la camioneta en el estacionamiento  y sobornar  al cana que está en la garita de seguridad de mi laburo que nos pescó dos veces  y todavía tengo el tupe de considerar la tira de cola como algo indigno.  Camila tiene razón, soy una reboluda.

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